viernes, 13 de septiembre de 2013

EL SECRETARIO 15: SIN CORAZÓN

Me encontraba ante la puerta del piso franco donde se había escondido Alain (no voy a decir la dirección, porque seguro que alguna se presenta por aquí a echar un ojo). Cuando llamé a la puerta usando el código que Lorito me había cantado, él tardó varios minutos en abrir. En parte porque tenía que abrir las docenas de candados que cerraban la puerta y en parte porque sabía que era yo. No dudo ni por un instante que él sabía que yo iba a ir. Y sin embargo, me había esperado. Debería estar emocionada. Pero no... Tenía tal cabreo que hasta me salía humo de las orejas. Igual Alain debería mantener esos candados echados, porque tenía ganas de estrangularle. Jamás podría perdonarle que no me lo hubiera dicho.
Él no sonrió cuando al fin logró desatrancar. No era propio de él. Se limitó a saludar con la cabeza y a hacerse a un lado para dejarme pasar. Seguro que había notado que yo no estaba de buen humor, precisamente.
-Coge todas tus cosas. Si me lo dijo a mí, seguro que ella se lo saca también. No me mires así, lo sé todo, o casi.
No sé si se tragó mi farol, porque yo solo sabía una parte de la historia, aunque me bastaba y me sobraba, pero el caso es que no se movió del sitio. Cruzó los brazos y me miró desde su considerable altura (aunque a mi lado cualquiera es alto). Entrecerró los ojos, como solía hacer, frunciendo los labios como le encantaba hacer.
-¿A qué has venido exactamente?
-He venido a avisarte de que...
Alain negó con la cabeza.
-No. Si fuera por eso, podrías haberle dicho a Lorito que me diera el mensaje, pero has venido tú a decírmelo en persona. Teniendo en cuenta que me echaste de una patada en el... bueno, que me echaste de tu casa, entenderás que me parezca extraño.
Casi se me escapó una risita al ver cómo evitaba decir un taco, aunque fuera algo tan flojo como culo. Era tan mono. ¡No, mono no! ¡Yo estaba enfadada con él!
-Y por cierto -añadió-, no me ha llegado el cheque con el finiquito.
-¡Serás idiota! ¿Cómo te lo voy a mandar si no sabía dónde estabas? Y por cierto... -dije con retintín-, que sepas que si me lo hubieras dicho desde el principio, podría haberte ayudado.
Alain se sonrojó como nunca le había visto hacerlo. 
-¿Y cómo sabía que podía fiarme? Todas sois iguales al principio, distantes, amables, y luego... A ti te elegí porque parecías diferente, tienes fama de no tener corazón. Y, sin embargo...
Siguió hablando, supongo, pero no escuché nada más. Contaría que se había empleado con otras de las que se había fiado y habían terminado sobándole, pidiéndole algo más, arrinconándole contra las esquinas e incluso infiltrándose en su cama... hasta terminar con mi archi, que había hecho todo eso, si no más. Alain había tenido que huir de ella para que no le chupara la sangre como una mantis.
-¿Has dicho que no tengo corazón? ¿HAS DICHO QUE-NO-TENGO-CO-RA-ZÓN?
Empecé a hiperventilar y lo veía todo rojo ante mí, como un toro salvaje. 
-¡Si no tengo corazón, qué diablos hago aquí, salvándote de esa vieja bruja gorda y loca!
-Arwen...
-¡Calla! Si no tengo corazón, ¿por qué diablos he estado a punto de torturar a Lorito para que me dijera dónde estás?
-Arwen...
-¡Que te calles! Si no tengo corazón, ¿por qué narices tengo ganas de matarte ahora mismo? ¿O de borrarte esa sonrisa de la cara? ¡Oh, maldito seas! ¡¡¡Tú nunca sonríes!!!
-No has escuchado ni la mitad de lo que he dicho, ¿verdad?
-Ni lo he hecho, ni me interesa. Solo quiero largarme de aquí. Y si tú fueras tan listo como pareces, te largarías también ahora mismo, porque seguro que ella viene hacia aquí.
Yo me giré para marcharme, pero él me retuvo sujetándome por la muñeca.
-Arwen, por favor...
Un carraspeo grave y aguardentoso hizo que los dos nos diéramos cuenta de pronto de que no estábamos a solas.
-Suelta a mi francesito ahora mismo, escoba pelirroja, o esta vieja bruja gorda y loca te hará puré...



5 comentarios:

  1. U-ho... ahora sí que se masca la tragedia... ¿Qué será lo primero que le arrancará Arwen a su archi enemiga? ¿Serán los ojos, o directamente toda la cabeza? Yo voto por lo segundo..

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  2. Hola!
    Pero anda, que te eligió porque no tienes corazón? Y el pobre que acaba de tener una rajadura en ese momento...
    Puede que no sea un muso, pero bueh, sigue siendo épico el chico, jajaja
    Saludos!

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