lunes, 11 de marzo de 2013

ESE LUNAR QUE TIENES JUNTO A LA BOCA


Hablemos de fichas de personajes.
Ni qué decir tiene que antes de escribir una historia tienes que saberlo todo (o casi, a veces hay cosas que van surgiendo sobre la marcha, que también deberá ser añadido) de tus personajes: fecha de nacimiento, color de ojos, estatura, y sí, si tienen un lunar junto a la boca o en otro sitio menos visible. Y mucho, mucho más que eso. Es cierto que quizás son detalles que luego no se utilizarán en la narración excepto como apuntes superficiales (a no ser que te guste decir hasta cuántos pelos Pepito en la nariz), pero es necesario que para que Pepito no sea rubio y con ojos azules en una escena y castaño y con los ojos verdes en la siguiente, esos detalles físicos estén detallados en una ficha, nota, papel o aunque sea en tu cabeza... preferiblemente en fichas bien ordenadas, una por personaje.
No es necesario que utilices fotos aunque a veces ayuda para que las descripciones sean más sencillas. Lo de luego ponerlas en tu página de facebook declarando abiertamente que te basaste en fulatino/a para crear a tu personaje ya es otro cantar: recuerda que no todo el mundo tiene el mismo gusto para los galanes y que al final, leyendo una misma descripción cada uno nos hacemos una idea diferente.
 
La descripción en la ficha debe ser lo más detallada posible para que luego no te ocurra lo siguiente:
Escena sacada de la película "Las locas locas aventuras de Robin Hood" de Mel Brooks: allí el príncipe Juan tiene una verruga que cambia de lugar en cada escena. El sheriff de Rottingham (alias Rotty) se le queda mirando fijamente y le dice:
-Señor, ¿vuestra verruga no estaba en el otro lado?
El príncipe pone cara de pena.
-¿Tengo una verruga?
Esto sirve para cicatrices, granos, color de ojos o lo que sea (al igual que en las películas). Hay lectores que no se fijan, pero los hay muy detallistas. Un izquierda/derecha se nos cuela a cualquiera, pero no cuesta nada apuntarlo bien y consultar en caso de dudas.
 
También conviene apuntar cualquier tic, manía, gusto especial del personaje, coletillas que use, lo que le hace especial, su manera de vestir (cualquier cosa nueva que surja sobre la marcha, como he dicho antes, debe ser apuntada). Hay que recordar que no todo es el físico. Un personaje en una novela es como una persona, es alguien viviente, tiene "sus cosas" como todos.
 
Su historia personal también es importante: qué vivió antes del momento en que le conocemos, aunque luego no se nombre en la historia. Si odia las serpientes y se dice en la novela, ¿por qué? ¿Le picó una en un avión? Si le gustan las rubias, ¿por qué? ¿Su niñera Gretchen era rubia? Hay cosas que luego no se utilizarán, de acuerdo, pero otras sí, y nunca está de más darles una explicación, y que sea coherente, por favorrrrr.
 
Y por último, sin entrar en la categoría de personajes, hay que colocarlos en un ambiente apropiado que debe ajustarse a estos y viceversa.
 
Nota mental: en mis fichas de personajes hay cosas tan delirantes que quizás debería poner alguna... sí... ya....
 


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